La Biblioteca Nacional de España, en Madrid (Paseo de Recoletos 20-22), alberga un fondo fotográfico de la Guerra Civil española, “recopilación de las imágenes procedentes de los centros de propaganda de ambos bandos, que fueron producidas a lo largo del conflicto”. Concluida la guerra, las fotografías se reunieron y depositaron en la Subsecretaría de Educación Popular, que quedó integrada posteriormente en el Ministerio de Información y Turismo. En 1965, el propio Ministerio creó la Sección de Estudios sobre la Guerra Civil, al que se encargó “la adquisición, clasificación, conservación y custodia de la información y documentación relativa al tema”. Tras su disolución, este fondo se incorporó a la Biblioteca Nacional en 1981, como parte del Gabinete de Documentación y Estudios Contemporáneos, que a partir de 1973, había heredado los fondos y funciones de la antigua Sección, según informó la BNE en su blog el 19 de noviembre de 2015.
“En 1986, las fotografías de la Guerra Civil que formaban parte de esta Sección se integran definitivamente en el Departamento de Bellas Artes, comenzando entonces la reorganización y catalogación de la colección. Se pretende con ésta, dotar al fondo de una estructura definitiva que, manteniendo en todo momento el respeto al principio de procedencia en su estructura original, facilite en lo posible la localización y acceso a las imágenes.
El fondo está compuesto por más de 40.000 positivos fotográficos, que se encuentran organizados en dos apartados claramente diferenciados, tanto por la tipología de almacenamiento como por los criterios de clasificación empleados para su organización. Algo más de la mitad de la colección, unas 22.000 imágenes aproximadamente, se encuentran almacenadas en unas 120 cajas, en las que las fotografías se encuentran clasificadas en base a criterios geográficos, principalmente. La otra parte del fondo, en torno a 19.000 fotografías, está almacenada en unas 450 carpetas, que corresponden en su mayoría al bando republicano y están organizadas temáticamente.
Las imágenes corresponden a dos temas principalmente: escenas de retaguardia, incluyendo vistas de ciudades bombardeadas, desfiles, centros sanitarios, colonias escolares, actos políticos, escenas de evacuación…, que tienen como protagonista a la población civil; y la vida del soldado en el frente, con escenas de instrucción, descanso, aseo, alimentación, cultura…
Con respecto a la autoría, muchas de las fotografías son anónimas, pero otras se encuentran identificadas a través de sellos estampados en las traseras, estando representados la mayoría de los fotógrafos y agencias que trabajaron en la contienda. Entre ellos, cabe destacar a P. Luis Torrents, Albero y Segovia, Walter Reuter, Luis Vidal, Aguayo, Mayo, Robert Capa, Chim, Centelles y Campúa. En cualquier caso, hay muchos otros de los que no se tienen datos y cuya identificación y reconocimiento sigue pendiente.
Trabajo realizado durante la beca de formación 2014-2015
El objeto de la beca fue catalogar la parte del fondo ordenado en carpetas, que estaba previamente inventariado. Por lo general, se respetó en todo momento la ordenación de origen, que se alteró únicamente en aquellos casos en los que se podía recomponer una serie de fotografías tomadas en un mismo lugar y momento, y que habían sido distribuidas en distintos sobres o carpetas.
Por motivos de conservación los sobres y carpetas de origen fueron sustituidos, ya que no eran el material más adecuado, y se optó por trasladar las fotografías a contenedores de calidad que evitaran su deterioro. Para este fin se han empleado fundas de poliéster y cajas de cartón neutro. La disposición de las imágenes dentro de estos materiales se ha realizado respetando la ordenación de origen.
Las fotografías se catalogaron a través del sistema de catalogación empleado por la Biblioteca Nacional de España con el formato Marc 21. Se ha puesto especial interés en completar los registros bibliográficos con todos los datos necesarios para facilitar la búsqueda y recuperación de la información a los distintos usuarios. A cada registro bibliográfico corresponde un número determinado de fotografías, generalmente las que se incluyen en una misma carpeta o sobre, dependiendo del número o la relevancia del contenido.
Esta organización en sobres y carpetas tiene su reflejo en la signatura que acompaña a cada fotografía. Por ejemplo, en la siguiente signatura: GC-Carp/ 70 / 3 / 2 / 4. El código GC-Carp, indica que estamos en el fondo de la Guerra Civil (GC) en el apartado de las carpetas (Carp), el primer número (70) designa el número de carpeta, el segundo indica el número de sobre en el que se incluye la fotografía (el 3), el tercer dígito, es el número de orden que ocupa la fotografía dentro del sobre (el 2) y el último número (4) indica que existen varias copias de la imagen y que esta es la cuarta. Si no existe más que una copia de la fotografía el último número se omite.
Debido a que el fondo llegó con una organización un tanto caótica, algunas fotografías de temas similares o pertenecientes a un mismo acto o evento están repartidas en diferentes carpetas o cajas sin relación correlativa. Para solventar este problema y dotar de unidad a todos los registros que tienen una temática similar se ha prestado especial atención a las materias y autoridades que acompañan a la ficha descriptiva. Destaca en esta labor la revisión y creación de nuevas autoridades para cada una de las unidades militares (batallones, divisiones, brigadas mixtas, columnas etc.). De esta forma, todos los registros que contienen fotografías de una misma unidad quedan vinculados por medio de una de estas materias.
En este sentido, también se han creado autoridades como la Marina de Guerra de la República para unificar todos los registros en los que aparecen fotografías de buques y marineros republicanos, temas que tienen un gran representación en el fondo. Otro ejemplo significativo es el de la autoridad de la Guardia de Asalto, un cuerpo de seguridad que gozó de gran carisma durante la época de la II República y cuya aportación a la contienda está siendo revisada y estudiada por parte de la historiografía actual.
Dentro de esta tarea también se ha de destacar la revisión, modificación y creación de autoridades de fotógrafos, agencias de prensa y otros productores. La peculiar forma con la que los reporteros gráficos del periodo firmaban sus fotografías creaba cierta confusión a la hora de realizar autoridades personales. Es por ello que se buscó un criterio común y se realizó una revisión de las existentes hasta ese momento. En esta labor se contó con la colaboración y consenso del equipo de normalización y del resto del personal responsable del fondo de fotografía de la Biblioteca”.
Texto:
Asensio Martínez Jódar
Blanca Sazatornil Pinedo
Departamento de Bellas Artes y Cartografía
Encargado de las colecciones de dibujos, grabados, fotografías, carteles, ephemera, mapas y planos.