Del 9 al 10 de octubre de 2017 se celebra en la Universidad Paris-Sorbonne un congreso internacional titulado “Los estudios hispánicos en la Sorbona: un instituto en los vaivenes del siglo XX”, organizado en el marco del centenario del Instituto de Estudios Hispánicos de la Universidad de Paris. El comité organizador está integrado por Miguel Rodríguez (Paris-Sorbonne), Antonio Niño Rodríguez (Universidad Complutense), Renée-Clémentine Lucien (Paris-Sorbonne) y David Marcilhacy (Paris-Sorbonne). Las propuestas de comunicaciones deben dirigirse antes del 21 de diciembre de 2016 a hispaniques2017@gmail.com.
Los organizadores explican: “Con motivo del centenario de la creación del Institut d’Études Hispaniques se celebrará un congreso dedicado a la historia del hispanismo parisino a lo largo del siglo XX, desde sus principios (en 1906 se creó el primer curso de español en la Facultad de letras) hasta finales de los años sesenta, cuando se crearon nuevas universidades en Paris.
La ocasión permitirá reflexionar sobre el lugar que se ha acordado al estudio de las lenguas y culturas hispánicas e iberoamericanas en el mundo académico, y comparar su implantación con la de otras especialidades del área denominado Langues, Littératures et Civilisations Etrangères. Por ello serán bienvenidas las contribuciones de anglicistas, germanistas, italianistas, y otros especialistas afines.
La fecha límite para presentar propuestas de comunicaciones es el 31 de diciembre de 2016, y deberán enviarse en formato word a : hispaniques2017@gmail.com.
Las contribuciones a este congreso se enmarcarán en cuatro ejes temáticos:
1) Lenguas, culturas y diplomacia
Si en Francia los estudios sobre cultura española se habían implantado desde finales del siglo XIX en las grandes ciudades universitarias del Sur -Burdeos, Toulouse, Montpellier-, en París el desarrollo del hispanismo se consolida con la fundación del Instituto de Estudios Hispánicos en 1917. ¿En qué medida influye el contexto político de la Primera Guerra Mundial al desarrollo de dichos estudios? ¿De qué manera contribuye esta nueva disciplina -el “hispanismo”- a una diplomacia cultural diseñada para facilitar el acercamiento franco-español? ¿Cómo influyen las nuevas orientaciones geopolíticas de la posguerra en la implantación del estudio de lenguas y civilizaciones extranjeras en el mundo universitario parisino? Particularmente, ¿cómo repercutió en el Instituto de Estudios Hispánicos la proclamación de la República, la Guerra Civil o el franquismo, como luego los acontecimientos de 1968 y sus consecuencias?
Situado en una de las grandes capitales europeas, el Instituto de Estudios Hispánicos recibió intelectuales y refugiados peninsulares e iberoamericanos, tanto como influencias y presiones por parte de las embajadas y de las comunidades extranjeras instaladas en París. ¿Cuál fue el papel de estos actores en el financiamiento y en la vida de las instituciones académicas dedicadas a fomentar las culturas extranjeras en la Universidad de Paris?
2) Debates y rivalidades entre campos disciplinarios
Los hispanistas, como los demás especialistas en lenguas modernas, tuvieron que organizarse y movilizarse hace un siglo para que el sistema universitario los reconociera como representantes de campos disciplinares autónomos y legítimos. ¿Qué relaciones tejieron con los representantes de la filología clásica, con los especialistas en literatura comparada y con otras disciplinas consolidadas? Los especialistas en lenguas meridionales (castellano, portugués e italiano, esencialmente) tuvieron que librar entonces una «doble batalla»: contra la sólida implantación de las lenguas clásicas (el griego y el latín), por un lado ; pero también contra el prestigio de las lenguas vivas del norte (anglosajonas y germánicas).
La competencia entre los especialistas en lenguas y civilizaciones extranjeras se manifestó en la dotación de cátedras, en los concursos de oposiciones, en la difusión de unas u otras lenguas en la enseñanza media, etc. Indagar en la organización de estos concursos, establecer una prosopografía de los candidatos, trazar la evolución de los programas de enseñanza…, permitiría entender mejor la evolución de los especialistas de ese campo disciplinario que se denominará el hispanismo. Por lo demás, un análisis comparado con los especialistas en otras lenguas modernas ayudará a evaluar las modalidades del reconocimiento que se dió a los especialistas de las lenguas extranjeras en el sistema escolar y universitario.
3) Lenguas y culturas extranjeras en la Universidad de Paris
La Universidad de Paris se renovó profundamente a comienzos del siglo XX, introduciendo cambios en las disciplinas allí ensenadas. También lo hicieron las grandes universidades alemanas, británicas y norteamericanas. ¿Hubo intercambios transnacionales en estas importantes reformas de la educación superior ? ¿Cómo se recomponen las formaciones disciplinares en cada caso? ¿Puede considerarse a la Sorbona como un laboratorio en la transformación de los saberes por el lugar otorgado a las lenguas y a las culturas extranjeras ? ¿Se transmiten concepciones particulares de lo que es una cultura nacional con la enseñanza de las lenguas?
Convendría también revisar las diferentes áreas en las que fue trabajando, a lo largo del siglo, la práctica del hispanismo: además de la filología, del análisis literario y de los acercamientos históricos, la historia de la arquitectura, la pintura y artes decorativas, la música y danza, etc. ¿Cómo van apareciendo y sucediéndose los diferentes ejes de investigación en los estudios de “langues, littératures et civilisations étrangères”?
Enfocando algunos ejemplos, las aportaciones al congreso podrían analizar el papel de las grandes figuras del hispanismo parisino que configuraron la disciplina y sus tradiciones profesionales.
4) La expansión del hispanismo parisino en la Península y en las Américas
Si los núcleos hispanistas de las grandes universidades francesas del sur privilegiaron desde el siglo XIX los intercambios con la Península Ibérica, el hispanismo de París cultivó con especial empeño las relaciones con ultramar. Para ello aprovechó que la capital francesa fuera un destino mítico para las elites y los intelectuales latinoamericanas, y además la sede de instituciones políticas destinadas a fomentar la “Unión Latina”. Los lazos tejidos por Ernest Martinenche, los viajes de George Dumas, seguidos por los de Marcel Bataillon, servirían para constituir estrechas relaciones académicas entre Paris y el continente americano. ¿Cómo contribuyó esa orientación a las relaciones de Francia con las repúblicas latinoamericanas? En lo que respecta a los acercamientos trasatlánticos, el Institut des Hautes Etudes de l’Amérique Latine (el actual IHEAL, hoy parte de la Sorbonne Nouvelle) constituye la culminación de la vocación americanista que ha cultivado permanentemente la Sorbona.
Por otra parte, se dará particular énfasis a la permeabilidad del hispanismo a otros espacios y la apertura a especialistas lusohablantes y de Latinoamérica. Focalizando los estudios en el ejemplo de la Sorbona, se trata de indagar cómo y por qué se fueron integrando a la formación del hispanista lenguas y campos culturales como el lusismo y el catalanismo”.