El libro que se exhibe como pieza del mes en julio y agosto de 2017 en el Archivo Histórico Nacional forma parte del proyecto de instalación de los sellos que conforman la sección de Sigilografía de esta institución, que está realizando el Departamento de Conservación. Se trata de un libro con sello colgante de plomo de Felipe IV. Es una ejecutoria de hidalguía, fechada en Valladolid a 6 de julio de 1630, dada a petición de Hernando Bernaldo, vecino de Horcajo -jurisdicción de la villa de Buitrago- y de su nieto Pedro Bernaldo. Las cartas ejecutorias de hidalguía son los documentos expedidos por los tribunales de los alcaldes de los hijosdalgo de las Chancillerías de Valladolid y
de Granada, que recogían los derechos de los reclamantes por su condición de hidalgo. En este caso, se trata de “un libro manuscrito en pergamino, con una encuadernación en piel de estilo renacentista”. Según informó el AHN, “la estructura de tapas es simétrica y está compuesta por dos rectángulos concéntricos rodeados de tres filetes gofrados, el central más grueso, y dejando las entrecalles libres. En el interior de las orlas hay una rueda gofrada de motivos vegetales repetida a lo ancho. El rectángulo central lleva cuatro florones dorados en las esquinas que se repiten en el centro unidos por su vértice. En el eje central hay una pequeña flor dorada que se repite en las esquinas del rectángulo central, de las entrecalles y de los filetes del rectángulo exterior. El lomo, con tres nervios vistos, tiene dorados dos filetes encima y debajo de dichos nervios y, pegada a cada lado, una paleta con una pequeña greca. En las zonas de entre nervios se repite esa combinación simétrica y entre ellas la misma flor que en las tapas, todo ello dorado. El sello de plomo, de Felipe IV, representa por el anverso al rey sentado en un trono flanqueado por pilastras. En el reverso, el escudo timbrado con corona y blasonado con las armas de Castilla y León. El cordón es de seda de colores rojo, azul, amarillo y blanco”.
El AHN informó además: “El libro presenta como particularidad que el cordel del que cuelga el sello de lomo, llamado vínculo o enlace, pasa por dentro de la cubierta, detrás del pliego de guardas, pasando por el corte de cabeza en la zona de las cabezadas y sale al exterior en el lomo formando dos “X”.
Mientras que el cuerpo del libro estaba en bastante buen estado de conservación, la cubierta de piel aparecía con importantes pérdidas en la zona del lomo, en la piel y en las tapas de cartón, con galerías y perforaciones provocadas por insectos bibliófagos, y con algunas roturas por su manipulación.
La singularidad del documento, unido al mal estado de la encuadernación, hace que nos planteemos una intervención para consolidar la cubierta, además de crear una caja especial de conservación para su instalación, adaptada a sus características físicas.
Tratamiento
El tratamiento consiste en una limpieza de la suciedad superficial, el refuerzo del nervio que estaba al descubierto
junto con la consolidación de la costura, reparación de las guardas de papel y consolidación de las tapas de cartón exfoliadas. Después se injertan las principales zonas perdidas de piel con papel japonés, cubriéndolas por último
con otra capa de papel japonés pintado con colores acrílicos en un tono similar y algo más bajo al de la piel original. Los injertos se hacen habiendo colocado antes el enlace del sello en la parte inferior en la misma posición de X que tiene en la zona de cabeza.
Para su instalación se realiza primero una funda de piel para el sello de plomo que preserve de roces y golpes la impronta. La caja de conservación, en cartón Premier, adaptada a la medida exacta del libro, se amplia para acoger
el sello, con una sistema de una cinta de algodón que lo fija, pensado para evitar su movimiento y con él, el deterioro del cordel del enlace. Y se realiza un suplemento del mismo cartón donde apoya el cuerpo del libro.