Cristina Calandre Hoenigsfeld
El número de reconocidos como “justos sobre las naciones“ sobrepasa los 22.000 en Yad Vashem, Israel .Entre los españoles está el embajador en Bucarest, José Rojas Moreno, durante los años 1941 a 1943. Este reconocimiento se da por haber ayudado a salvar a los judíos durante el Holocausto, durante la II Guerra Mundial. El diplomático franquista José Rojas Moreno, bisabuelo del actual ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, fue nombrado jefe del Servicio Nacional de Política y Tratados por un decreto firmado por el dictador Francisco Franco y el ministro de Asuntos Exteriores, Gómez Jordana, el 15 de abril de 1939, y publicado en el BOE franquista desde Burgos. Solo unos días después , el 11 de mayo de 1939 y también desde Burgos , dicho Servicio Nacional de Política y Tratados publica una Orden sobre “normas para el paso de las fronteras españolas, modelo de solicitud de autorización para entrar en España“.
En el apartado 2º -a) de entrada de extranjeros en España, se pone textualmente: “Deberá negarse el pasaporte y en su caso el visado:….. a los que hayan mantenido una actitud contraria a la Causa Nacional ; a los que hayan sostenido relaciones comerciales con los rojos ; a los que hayan desempeñado puestos directivos en Empresas ó Sociedades establecidas en territorios rojo ó mantuvieran relaciones con los rojos, o tuvieran marcado carácter judío; a los judíos , excepto aquellos en los que concurran especiales circunstancias de amistad con España y adhesión probada al Movimiento Nacional , a los masones…”.
Mi abuela judía polaca Rosa Hoenigsfeld, junto a mi madre, Ruth, entraron en España por el puente de frontera de Hendaya-Irún en agosto de 1939, previa presentación en el Consulado de Hendaya de un aval del Marqués de Ibarra en donde se decía exactamente lo que dicha norma racial solicitaba: “… El abajo firmante, mayor de edad garantiza la bondad de conducta y plena adhesión al Movimiento Nacional de Dª Rozalía Hoenigsfeld… Madrid 10 de junio de 1939 año de la Victoria“.
El Marqués de Ibarra devolvía así el favor a mi abuelo Esteban Hoenigsfeld, que durante la Guerra de España le había salvado la vida, como a otros muchos, desde su puesto de director de la Legación Polaca en Madrid, situada en el Palacio del Marqués de Ibarra en la Glorieta de Rubén Darío.
Pero cuantos judíos, por no haber tenido ese exigente requisito –aval–, fueron rechazados en la frontera española y tuvieron un final en las cámaras de gas. Esta es una investigación que está aún pendiente de hacer.
Asombrosamente, el embajador en Bucarest, José Rojas Moreno, desde Bucarest escribe al Ministerio de exteriores: “….España no puede permitir que sean deportados a Polonia sus súbditos por unas leyes raciales inexistentes en nuestro país…”.
Puede que él mismo, que había sido el creador de esa orden del 11 de mayo de 1939 que estuvo vigente hasta 1942 por lo menos, no recordara que también hubo otra orden ministerial, la del 6 de octubre de 1939, sobre depuración de médicos en donde se incluyen a los judíos, firmada por el ministro de Gobernación antisemita y cuñado del dictador Franco, Ramón Serrano Suñer, que sí que seguía vigente.
Este mismo ministro también se apunta a decir que en España no había leyes raciales antijudías cuando escribe en 1940 al embajador en Francia, Lequerica: “…..Aunque en España no existe ley de razas, el Gobierno español no puede poner dificultades aun en su súbditos de origen judío, para evitar que se sometan a medidas generales…”.
Finalmente voy a añadir que en la exposición itinerante “Visados para la Libertad, diplomáticos españoles ante el Holocausto“, organizada en el año 2009 por Casa Sefarad–Israel, y que fue llevada a muchas ciudades españolas y extranjeras, incluso al Consejo de Europa en Estrasburgo, con motivo del día de la memoria del holocausto, se dice de Jose Rojas Moreno: “.. logra eximir a 27 familias con ciudadanía española (sefarditas ) de la mayoría de las disposiciones legales discriminatorias relativas a las confiscaciones de impuestos…”.
También se pone lo siguiente: “….Aunque en España no existían leyes raciales antijudías….”. “…. A la hora de conceder visados no estableció una discriminación entre refugiados judíos y no judíos…”.
Esto último es totalmente falso, como ya hemos expuesto al principio, dado que existían, al menos, dos leyes raciales antijudías, la de paso de fronteras y la de depuración de médicos.
Lo que más me preocupa es que se vaya haciendo una historia del Holocausto y el franquismo, y que esta sea transmitida a las generaciones futuras primando más los intereses políticos y económicos, en detrimento de la verdad histórica.
Cristina Calandre Hoenigsfeld.
Madrid, 26 de diciembre de 2012.
Carta a Ruiz Gallardón
Excmo. Sr. Ministro de Justicia.
Don Alberto Ruiz Gallardón.
Ministerio de Justicia.
Madrid
Madrid, 30 de diciembre 2012
Me llamo Cristina Calandre Hoenigsfeld y soy descendiente de víctimas judías polacas del Holocausto.
Me congratulo que usted se interese desde hace tiempo por el pueblo judío, al que pertenezco por rama materna, y promueva la nacionalidad española de los sefardiés, reivindique Sefarad y sobre todo, incluya la negación del Holocausto como delito en la reforma del Código Penal.
Como verá en los documentos que adjunto, hubo NORMAS FRANQUISTAS ANTISEMITAS. He localizado dos, la relacionada con la depuración política y racial de los Colegios de Médicos y la relativa al paso de fronteras españolas con el correspondiente modelo de solicitud de autorización de entrada en España.
Esta última, realmente cruel, fue aplicada a mi abuela Rosa Hoenigsfeld, que pudo superarla gracias al aval del Marqués de Ibarra, y entrar en España en agosto de 1939 con mi madre Ruth.
Es altamente verosímil que si no hubieran encontrado refugio en este país, yo no estaría en este mundo. Su destino hubiera sido el de tantos otros judíos, que no pedieron huir del nazismo, por culpa de esa última normativa franquista y que finalizaron en los campos de exterminio.
La orden en cuestión se emitió desde el departamento que, curiosamente, dirigía su bisabuelo, José Rojas Moreno, conde de Casa Rojas. Se trata del “Servicio Nacional de Política y Tratados “, del Ministerio de Asuntos Exteriores. Fue dictada, el 11 de mayo de 1939 y estuvo vigente al menos hasta, 1942, en plena aplicación de la “Solución Final “. Su bisabuelo salvó a judíos en Bucarest y por ello fue nombrado Justo de las Naciones en Yad Vashem- Israel.
Cuando Usted visitó Auschwitz hizo en el periódico EL PAIS, unas reflexiones muy atinadas, el 2/2/2011, que me permito recordarle: “….no hay mas remedio que preguntarse donde estaba Dios, el mismo Dios de los asesinos y de los asesinados cuando el ser humano escribió la página más negra de su historia….”.
Si usted fuera consecuente con su propuesta de incluir en la reforma del Código Penal la negación y trivialización del Holocausto, supongo que anularía específicamente las dos normas franquistas antisemitas anteriormente reseñadas. Otras similares, hace muchísimos años que fueron anuladas por Alemania e Italia. Considero que su no anulación específica, es de alguna manera negar el Holocausto y trivializarlo.
Le saluda atentamente
Cristina Calandre Hoenigsfeld.