El Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid presenta en sepiembre de 2013 en su sección virtual “La pieza del mes” el cuadro Trajano, de José Echenagusia Errazquin (Hondarribia 1844 – Roma, 1912). Esta obra, un óleo sobre lienzo, de 134 x 76 centímetros, fue pintada hacia 1885, y estuvo expuesta del 31 de mayo al 18 de agosto de 2013 en la Sala Kutxa de San Sebastián, dentro de la muestra “Pintores románticos guipuzcoanos”.
El Ateneo de Madrid informa sobre el autor y su obra:
José Echenagusia Errazquin (Hondarribia, 1844 – Roma, 1912)
“Destacando desde sus estudios primarios en la asignatura de dibujo, a pesar de esto, inició su vida laboral como empleado de Ferrocarriles. No obstante, seguirá su afición a la pintura recibiendo clases de dibujo en Bilbao, terminando en la Escuela de Dibujo de Bayona antes de viajar a Italia en 1876, donde se moverá, plenamente, en el circuito artístico de la época y con artistas como Ricardo Madrazo. Pronto destacó en el mercado de arte de la época, alcanzando elevadas cotizaciones internacionales y concurriendo a muestras en las que recibirá numerosos premios o decorando edificios públicos y privados con sus pinturas y adquiriendo fama internacional en Europa y Norte América”.
“La obra de José Echenagusia se mueve dentro de los parámetros dictatoriales de la pintura académica del siglo XIX. Su formación en Roma, así como las obras realizadas, muestran a un autor preocupado por la realidad y la perfección y la plasmación de las típicas escenas de la época (históricas, bíblicas, orientalistas o costumbristas) en las que muchos otros compañeros del artista ahondaron en el mismo marco temporal. No obstante, este lienzo de la colección del Ateneo de Madrid, corresponde a su etapa de formación académica en Roma bajo las directrices de Vicente Palmaroli y pertenece a un conjunto de lienzos –llamados Lienzos de la Academia– donde otros grandes artistas de la época intervienen aunando todos un trabajo bajo una misma estética, convirtiendo a este conjunto de obras en algo excepcional”.
Trajano
“Dentro de los cánones de la pintura de Historia, Echenagusia nos plasma al Emperador romano, de origen español, con el atuendo militar compuesto por coraza y grebas. La figura, a cuerpo entero, se representa con majestuosidad. Así, el Emperador sostiene el cetro del poder en su mano, el cual a su vez apoya en un ara, remarcando su carácter y origen divino, cubriéndose con una capa roja que ahonda más en la representación del poder terrenal. La figura es proporcionada, estudiada y dentro de los cánones clásicos, utilizando para ello el contraposto, la mirada hacia el infinito y una portentosa anatomía que otorgan majestuosidad. Echenagusia se mueve con una paleta de colores cálidos que aplica a toda la superficie del lienzo y que trabaja en pinceladas ordenadas, cortas en su recorrido y acabadas con veladuras magistrales que confieren al conjunto grandes matices técnicos. Todo el lienzo se presenta inspirado en un mosaico formado por teselas que construyen los contornos y dintornos pictóricos”.